domingo, 10 de julio de 2011

Recogiendo calcetines

Esta entrada no la he escrito yo. Su autora es Mermelada de moras( Julia, se llama igual que mi hija) y escribe divinamente. Lo que da de sí un par de calcetines...

Recogiendo calcetines, me ha venido a la cabeza una comparación que me ha apetecido compartir. Creo que la vida y las relaciones son como los calcetines y sus historias; hay parejas de ellos que encajan a la perfección, que no causan problemas, que se lavan y secan al lado y vuelven al cajón juntos.

Otros calcetines se pierden por el camino, se intenta buscar un sustituto, pero el color no es exacto, la textura tampoco y muchas veces terminan por quedarse sueltos. A veces, con mucha suerte, un calcetín sin pareja durante meses puede volver a encontrarla (bajo la cama, tras la mesilla, en alguna maleta...), darse una segunda oportunidad y volver a ser felices.

A veces aunque dos calcetines no encajen del todo pueden servir para la misma utilidad y funcionar juntos para siempre, ser muy felices y encontrar en sus diferencias la gracia de su relación.

A mí personalmente me encanta esta imagen, en las diferencias está la riqueza y qué más da lo que digan, mientras abriguen bien tus pies...



¿Y tú, has encontrado a tu par?

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