lunes, 30 de mayo de 2011

Viviendo en el nec

Los romanos, que de esto ya sabían un rato, al descanso, al tiempo libre y a la tranquilidad le dieron el nombre de otium. Ya Terencio anunciaba “Otium habere ad aliquid faciendum” ( tiempo libre para hacer alguna cosa). Desgraciadamente, también le dieron un nombre al trabajo y al quehacer necotium= negotium, término que resultaba de la partícula negativa nec “ no” y el sustantivo otium “ ocio, sinónimo de inactividad”. Negotium significaría “ sin descanso”.
Mira que ha llovido desde que pasaron las primeras nubes romanas, y aquí seguimos metidos en “negocios, trabajos”, con partícula negativa incluida, que no nos permiten disfrutar de ese tiempo de ocio que todos anhelamos. La diferencia estriba en que los romanos, que para conquistar lo que conquistaron tenían que ser tela de listos, dedicaban pocas horas del día a los negocios y muchas al ocio, de ahí sus baños, termas, foro, circos, teatros…
Ignoro en qué momento de la historia la balanza se inclinó del lado del trabajo y comenzamos a sumar y a sumar y a sumar horas restadas del ocio, pero esa ha sido una de las mayores equivocaciones de la humanidad. ¿Y nos pensamos evolucionados y avanzados? El avance del neg otium , es el avance de la neg vida.

¡Con lo corta que es, qué pena de tiempo perdido en la negación, en el nec!

Y sigue siendo lunes…

jueves, 19 de mayo de 2011

Todo es muy simple

Hoy ha sido uno de esos días Arbatán. La realidad se impone, aunque pasamos horas soñando con otras vidas. Tras la jornada agotadora, horas de tranquilidad nocturna y por piruetas del destino topo con unos poemas de una poetisa uruguaya desconocida para mí: Idea Vilariño. Y leo ese poema que encaja perfectamente como hábito del alma.



Todo es muy simple mucho
más simple y sin embargo
aún así hay momentos
en que es demasiado para mí
en que no entiendo
y no sé si reírme a carcajadas
o si llorar de miedo
o estarme aquí sin llanto
sin risas
en silencio
asumiendo mi vida
mi tránsito.

Mañana será otro día...

jueves, 12 de mayo de 2011

¿Vainilla o chocolate?

Eterna dicotomía. Eterna elección. ¿Carne o pescado? ¿Con tarjeta o en efectivo? ¿Con leche o solo? ¿Falda o pantalón? ¿Agua o cerveza? Abocados a elegir, nos pasamos la vida aceptando y rechazando. ¿Y todo lo que hemos dejado por el camino mientras elegíamos? ¿Dónde queda? ¿Quién lo saborea? ¿Quién lo disfruta? ¿Otros que eligieron lo que nosotros rechazamos?


¡Qué cansancio de disyuntiva! Yo quiero ser copulativa, aditiva, sumativa…! Lo quiero todo!


Así que, sírvame el helado de chocolate acompañado de otra bola de vainilla y puestos a no dejar nada atrás y añadir y sumar…, con un poquito de nata montada, por favor.

viernes, 6 de mayo de 2011

Los hombres no cosen

Entraba hoy en la clase de una compañera para entregarle unos documentos. En eso estaba cuando me comenta que lleva más de diez minutos intentando convencer a un alumno de que es normal que un hombre cosa. El alumno, con 14 años, no lo veía tan corriente y pensaba que eso era más de chicas(¿?). " Los hombres no cosen", sentenció.
Y ahí que ni ella ni yo conseguimos sacarlo de esa idea, para nosotras, tan encasillada, sesgada y , por qué no decirlo", un tanto machista.
Como estaba claro que no íbamos a convencerlo, me marché riéndome, no sin antes volverme con estas palabras: " la de botones que te quedan por coser..."

¿Años de Educación en valores para esto? Lo entiendo de mi generación y su educación machista por parte de sus madres, pero de estos jóvenes, me parece increíble.

Rosa Montero comentaba en uno de sus últimos artículos que la primatóloga Melissa Hines entregó a unos monos unos juguetes: muñecas, coches y libros. Aunque parezca mentira, las hembras jugaron con las muñecas, los machos con los coches y ambos con los libros.

¿Estará ahí la clave? ¡¡ LIBROS!!
A ver si conseguimos que los ahora pequeños hombres cosan y las ahora pequeñas mujeres arreglen grifos... sin avergonzarse.