jueves, 1 de noviembre de 2012

No me da la gana


      Abro el “face” y entre tanta información de proyecciones de amigos reales que se convierten en virtuales, leo todos los días una decena de mensajes de una página de esas que se dedican a escribir textos motivadores del tipo “Lo importante no es caer, sino levantarse” o “Hay algo de ti que te susurra que las cosas algún día van a cambiar”. Y he llegado a la conclusión que no es que me gusten más o menos las frasecitas, es que me tienen harta. Porque cuando caes, te levantas porque no tienes más narices, si no, te quedarías toda la vida reptando cual culebra, y las cosas no cambian, cambias tú y tienes que ser tú mismo el motor del cambio. Pero qué idílica queda la imagen del hada madrina  susurrándote “ mantén la esperanza, esto cambiará”…, pues espera sentado.

       Y esas de “Perdona, olvida, mira hacia delante”. No me da la gana. No me da la gana olvidar y no me da la gana perdonar ni el daño, ni la maldad, ni la mentira. ¡No me da la gana! ¿Por qué tengo que utilizar el consabido “ borrón y cuenta nueva”? Pues no quiero, no voy a olvidar nunca, ni perdonar a los que me hicieron daño conociendo hasta el último segundo de angustia. Sí perdono el daño sin consciencia, el daño leve sin intención, pero el que me han hecho con alevosía, para hundirme, para borrarme, para anularme, ¡no me da la gana!

      Y ya se llevan la palma los cartelitos tipo “ Sigue a tu corazón”, “ El corazón lleva la razón” o aquella “ no puede evitarse lo que el corazón siente”, pues claro que no puede evitarse, no podemos controlarlo, pero para eso está la cabeza, para controlar, dirimir qué es lo mejor que se puede hacer, para disminuir los daños posibles y para recordar dos  valores: la verdad y la lealtad. Sin embargo, hay gente que va por la vida como apisonadora, tarde comprendí que la envidia es el peor de los males. ¿Y encima me tengo que poner en su lugar y entenderlos?
Iré al infierno pero,  ¡no me da la gana!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Estoy contigo , jajajajaj no me da la gana

Arbatán dijo...

Hola, Julita! A ver, a ver, la frasecita no te la aprendas para contestarme, que nos conocemos.