viernes, 17 de junio de 2011

El viaje a ninguna parte

Preparo ya el periplo de este verano. Haremos unos 2500 kilómetros en coche y ya llevo viajados unos 10.000 kilómetros mentales. Comienzo a saberme de memoria pueblos, aldeas y comarcas de los que jamás había oído hablar.

Ante una ocasión especial o acontecimiento en cuestión me divierten mucho más los preparativos y el lío de decisiones que el evento en sí.
De igual modo me ocurre con los viajes. Disfruto más pensándolos, organizándolos, imaginándolos, recorriendo mil veces la vista por los planos y mapas, desquiciándome, y dando vueltas a los preparativos infinitos, que con el viaje en sí. Será cierto eso de que con la imaginación también se viaja.

Mi hermana Menchu organiza un viaje conmigo todos los años y nunca lo llevamos a cabo, pero nos reímos de nuestros intentos, de los trucos para intentar conciliar nuestras vidas familiares, profesionales y coparentales.

Es el viaje de la fantasía, el viaje a ninguna parte… que sigue pendiente

No hay comentarios: