jueves, 14 de abril de 2011

Lo que no me pase a mí...

Esta semana me dirijo a Pelayo, compañía en la que tenía asegurada mi casa ( obligada, o mejor dicho, encadenada por la hipoteca del banco) para exponerles un problema que tengo en el dormitorio de mi hija. Cuál es mi sorpresa cuando me indican que no me pueden atender porque no tengo seguro con ellos. Ante mi perplejidad, me informan que desde julio del año pasado he sido dada de baja. Por ellos, obviamente. Es un error, pienso y así lo hago saber. De error nada, monada. Me han dado de baja por alta siniestralidad. En cristiano, como me ha pasado un tornado por encima( del cuál se hizo cargo el consorcio de Cádiz) y se inundó mi sótano por las fuertes lluvias del año pasado ( y no se hicieron cargo tampoco, pues según ellos los daños por nivel freático no los cubren), consideran que doy mucho la lata y soy cliente " non grata". Es decir, que pago religiosamente mis recibos y soy buena cliente, sin embargo, el invierno decide hacer de las suyas con mi casa, no se hacen cargo de nada, no me pagan un euro, y me convierto en una maldita.

¡Ay, cómo se me ocurrió poner velas negras y hacer conjuros para que me pasase un tornado por encima y lloviese a mansalva! ¡Manda narices!

Ni una notificación, ni una carta informando ( según ellos la han enviado, pero yo no la he recibido), ni una llamada de teléfono ( que tienen mi número), ni un correo electrónico ( que la oficina lo tiene), nada, absolutamente nada. Se escudan en que no me pasaron el recibo y yo tenía que haberme dado cuenta. Pues mire usted por donde, no. En la fecha del pago, entran muchos recibos en mi cuenta bancaria y no lo noté.

Tras el susto, al darme cuenta de que llevaba nueve meses sin seguro de hogar, y que si llega a pasar algo grave, hubiera sido una ruina, le pedí la hoja de reclamaciones a la señorita que tan amablemente intentaba hacerme caer en la cuenta de que la estupida era yo. No me va a servir de nada, algún encargado de darme palmaditas en la espalda del Departamento de (des)atención al cliente, me contestará a la reclamación con un bla, bla, bla...

Yo seré una despistada, pero ustedes son una pandilla de sinvergüenzas.


Perdón por lo de ustedes.




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