domingo, 30 de agosto de 2009

Las tres rejas

El joven discípulo de un filósofo sabio llega a casa de éste y le dice:
- Oye, maestro, un amigo tuyo estuvo hablando de ti con malevolencia...
-¡Espera! -lo interrumpe el filósofo-.¿Ya hiciste pasar por las tres rejas lo que vas a contarme?
-¿Las tres rejas?

-Sí. La primera es la verdad.









-¿Estás seguro de que lo que quieres decirme es absolutamente cierto?
-No. Lo oí comentar a unos vecinos.
-Al menos lo habrás hecho pasar por la segunda reja, que es la bondad.








-¿Esto que deseas decirme es bueno para alguien?
-No, en realidad no. Al contrario...
-¡Ah, vaya! La última reja es la necesidad.












-¿Es necesario hacerme saber eso que tanto te inquieta?
-A decir verdad, no.
-Entonces -dijo el sabio sonriendo-, si no es verdadero, ni bueno, ni necesario, sepultémoslo en el olvido.

Anónimo

2 comentarios:

Francisco Belaustegui dijo...

Espero que el discípulo no se callara al final que al amigo y al Maestro le había tocado el billete que jugaban juntos en la lotería, y tenía la noticia oculta... jejeje.
En realidad, no es bueno para el discípulo (se queda sin maestro), el amigo no es verdadero, y para el discípulo tampoco es necesario darle la alegría al Maestro... jejeje. :)

Arbatán dijo...

¡qué cosas se te ocurren! ja, ja, ja