Si
estoy de viaje quiero estar en mi casa. Si estoy en mi casa me gustaría estar
dando una vuelta. Quiero tomar helados cuando como ahumados y dulces si me
ofrecen helado. Si estoy en mi ciudad querría estar en Madrid o París y si
estoy a las orillas del Sena me gustaría estar paseando por las orillas de mis
playas. Si quedo con los amigos querría estar en el sofá y si estoy descansando
en el sillón no estaría mal dar una vuelta. Si veo la televisión pienso que es
mejor escuchar música y si escucho música pienso que lo mejor es leer un rato.
Si trabajo me transporto con el pensamiento a una calle, si paseo estoy
pensando en el trabajo que me queda por hacer. Si tomo pescado me imagino una
buena carne delante y si como un buen chuletón estoy mirando de reojo la
ensalada fresca del comensal de la derecha. Cuando estoy sola me gustaría estar
acompañada y cuando la compañía me rodea deseo escapar a las manos de la
soledad. Si me compro una falda creo que hubiese acertado más con el pantalón y
si compro la chaqueta, seguro que me hubiera quedado mejor la blusa. Si decidí
que mejor el zapato de tacón me quedo embobada con el calzado plano de la chica
que acaba de pasar. Si el pelo me crece deseo cortarlo a lo garzón, cuando está
cortado deseo que crezca a toda velocidad para dejar la melena suelta, que
luego será recogida en una coleta para terminar pensando que la debería cortar
de nuevo. Si elijo blanco quiero también negro y morado y rojo. Si bailo quiero
cantar y si ando, correr. Si te miro, me gustaría estar mirando a otros y
cuando los observo estoy echando de menos tus pestañas.
No entiendo cómo la
tristeza me deja reír y desconozco por qué en los momentos tristes siempre hay
sitio para una sonrisa en mi cara. Adoro la marcha, la alegría, la locura y lo
irracional y a la misma vez me hacen feliz la ternura, la madurez de la tristeza, la
cordura y cierto orden.
Quisiera entenderme. No
sé si es la eterna insatisfacción que me persigue o la necesidad de tener más
vidas para poder cubrir todas las proyecciones vitales que anidan en mí.
4 comentarios:
Muy bueno Yola, así andamos unos cuantos por el mundo, un beso, Ana
Es un consuelo saber que somos más los que andamos así por la vida,jaja. Un beso, guapa
Veis? Eso ganamos los hombres al ser tan simples como decis.
¿Simples? No os definiría yo con esa palabra...
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