sábado, 24 de agosto de 2013

Exilio


Después de este exilio voluntario ( o involuntario?), tiempo de final de otro curso ( para los profes los cursos terminan en septiembre), tiempo caótico  que anula los proyectos más encomiables relacionados con la lectura y la escritura, vuelvo a retomar las teclas y a ser consciente de que las pocas neuronas que me quedan  se encuentran todavía de vacaciones, mezcladas con el sol, el tinto de verano, los kilómetros recorridos  y las pocas ganas de hacer algo. Pero ya es el tiempo de ir volviendo a la realidad, poco a poco, desperezándome con lentitud y dando gracias por todo lo que se tiene, por el tiempo de descanso y por tener un sitio al que volver. 
Seguiremos disfrutando de los atardeceres que quedan antes del otoño y de las lecturas atrasadas repartidas por toda la casa.